Empopasto produce un promedio mensual de 1.5 millones de metros cúbicos de agua potable, en las plantas de Centenario, Mijitayo y San Felipe para abastecer a 86 mil usuarios.
Para verificar la calidad del agua, la empresa realiza controles diarios, los 365 días del año, tanto en el agua que ingresa a las bocatomas, como en la que se distribuye a nuestros suscriptores.
En lo relacionado con este último ítem, cuenta con 43 puntos de muestreo distribuidos en toda la zona de cobertura de la ciudad. Diariamente se efectúa un monitoreo de agua en red, (la que llega a los hogares) para supervisar y garantizar la calidad del agua que consumimos.
Para esto, EMPOPASTO, como todas las empresas que prestan este servicio, es vigilada por entidades del orden nacional, departamental y municipal, que en este parámetro, determinan y verifican un indicador establecido por la Ley para medir el grado de riesgo de ocurrencia de enfermedades relacionadas con su consumo, denominado índice de Riesgo Para el Consumo de Agua Potable (IRCA).
El nivel óptimo del IRCA, es el que está entre el 0 y el 5%, rango en el que es calificada como “sin riesgo-apta para el consumo humano”.
Desde el año 2016 hasta la fecha, según este índice, se ha verificado que el agua entregada por Empopasto siempre ha estado en este rango de entre el 0 y 5%, en la actualidad, valorado con un 2.18%.
Por lo tanto, "el agua que suministra EMPOPASTO a la comunidad cumple con todos los requerimientos de calidad exigidos por la resolución 2115 del 2007 normativa que rige a todo el país” aseguró Vivian Arturo, Coordinadora del laboratorio de aguas de Empopasto.
A su vez, la Secretaria de Salud Municipal que es el ente encargado de vigilar la calidad del agua que entrega Empopasto a la comunidad, entidad que expide anualmente la Certificación Sanitaria de Calidad del Agua para Consumo Humano.
Respecto a la calidad de agua cruda que entra al sistema de tratamiento, esta depende en su mayoría de factores climáticos y ambientales, teniendo en cuenta estas condiciones, se determina el tratamiento físico – químico que debe realizarse en planta, para garantizar siempre su calidad.