Con una dinámica participación, los transeúntes de la Plaza de Nariño se acercaron a conocer y a interactuar en las diferentes actividades organizadas por la Secretaría de Salud y Acciones colectivas de la ESE Pasto Salud, en la conmemoración del Día mundial para la prevención del suicidio.
Según la Secretaria de Salud Diana Paola Rosero Zambrano; las cifras son preocupantes, porque en el año 2016, se presentaron 78 casos que han tenido intentos previos, es decir, personas que ya han presentado conducta suicida, y en el transcurso de 2017, esta cifra se duplicó a 120 intentos de suicidio, con intentos previos y 84 intentos por primera vez; en total, para 2016, hubo 129 casos y hasta junio de 2017, se han presentado 204 intentos.
En 2016, se reportaron 36 casos de suicidio consumado y hasta junio de 2017, se presentan 17 casos de esta conducta. Otras cifras que causan alerta, son los rangos de edad donde se presentan estas conductas: entre los 18 a 29 años, y entre los 6 a 12 años y nuevamente entre 30 a 60 años.
Dentro de los factores que se debe fortalecer, está la ruta de atención, la Secretaría de Salud ya tiene esquematizado todo el plan territorial para la prevención de la conducta suicida, que tiene entre sus ejes estratégicos, el de incrementar el tema de la vigilancia, el seguimiento de los casos, especialmente los que ya han tenido un intento.
Igualmente se desarrolla el tema de asistencia técnica, frente al qué hacer, las responsabilidades y la cualificación del personal de salud, para que sea idóneo y adquiera la pericia para detectar casos que supongan riesgo de conducta suicida. Es muy importante que estos profesionales actúen de forma eficiente y eficaz cuando evidencien un riesgo de salud mental desde el nivel primario, son las afirmaciones de Susana Arellano, Psicóloga de la Secretaría de Salud.
Los datos arrojados por el Observatorio del Delito y el Sistema de Vigilancia, demuestran que la forma más común de suicidio consumado, son las dificultades en las relaciones de pareja, los problemas económicos y problemas familiares, sin embargo, los problemas de salud mental, en especial la depresión, ocupa un segundo lugar entre los factores incidentes de conducta suicida y es una afectación previsible.